EL
INTERÉS POR LA ASCENDENCIA FAMILIAR DE SANTA TERESA
Fue
a partir de la muerte y especialmente de la canonización de la religiosa Teresa
de Jesús cuando las crónicas e historias de los carmelitas comenzaron a profundizar
en algunos aspectos biográficos de Santa Teresa, así como a reflejar distintas noticias
relacionadas con su ascendencia familiar, si bien, desde la última parte de su vida
ya habían adquirido cierta importancia las informaciones biográficas y
familiares relacionadas con ella. De hecho, a escasos años de su muerte, comenzaron
a publicarse sus primeras biografías.
JERÓNIMO
DE SAN JOSÉ
Solamente tres lustros después de haber sido canonizada por el papa Gregorio XV, el carmelita aragonés Jerónimo de Ezquerra —también conocido como Jerónimo de San José— escribió el primer tomo de Historia del Carmen Descalzo. En esta obra se ofrecen algunas informaciones sobre la familia que más influyó en Teresa de Jesús y su reforma: la familia Cepeda. Así, el año 1637 vio la luz esta obra de “informaciones contrastadas” sobre Santa Teresa de Jesús y su reforma. En verdad, los contenidos de la obra de Jerónimo de Ezquerra debían ser aceptados y reconocidos por las autoridades correspondientes antes de ser publicados, y en consecuencia estos gozaban de “considerable credibilidad”. Menudos estaban los tiempos, como para salirse de la raya.
Por
entonces, el carmelita Jerónimo de San José ya había biografiado a San Juan de
la Cruz y era un gran conocedor del Carmelo Descalzo así como de todas sus
fuentes de información y las noticias que por él circulaban. Más concretamente,
por lo que se refiere a la familia Cepeda, supo recoger y plasmar algunos apuntes
de interés sobre ella. Por ejemplo, en el libro primero dejó constancia de que los
bisabuelos de Teresa de Jesús eran deudos, o sea, parientes. Al bisabuelo le
llama Alonso Sánchez y a la bisabuela Teresa Sánchez, haciéndolos padres de
Juan Sánchez, quien casó con Inés de Cepeda. De los últimos ya nació Alonso
Sánchez de Cepeda, el padre de Santa Teresa, así como los tíos de esta, o sea,
Francisco Sánchez que también se llamó Francisco Álvarez de Cepeda, Pedro
Sánchez de Cepeda, Rui Sánchez de Cepeda, Lorenzo de Cepeda y doña Elvira de
Cepeda.
EL EJEMPLO DE LOS APELLIDOS CEPEDA Y ÁLVAREZ DE CEPEDA
Pero
los apellidos de estos miembros familiares deben interpretarse teniendo en
cuenta, que por entonces, el empleo de los apellidos no era como en la
actualidad, pues obedecía más a las preferencias personales o familiares que a
una norma establecida. En verdad, tal y como puede comprobarse con los hermanos
del padre de Santa Teresa, dicho empleo era libre y un tanto caprichoso. Así, mientras
el padre y algún hermano utilizaban Sánchez de Cepeda, otros hermanos figuran solamente
con el apellido Cepeda, e incluso otro, con el apellido Sánchez o Álvarez de
Cepeda. Precisamente, sobre este último apellido es necesario destacar que ya fue
utilizado por la familia Cepeda cuando todavía estaba asentada en su solar de
origen, lo que permite confirmar que el empleo del apellido Cepeda o una forma
compuesta con el apellido, podía perdurar en el tiempo varios siglos entre los
miembros de un mismo linaje, pero eso sí, a intervalos temporales imprevisibles.
Aunque
esta perdurabilidad y variación de los apellidos es bien conocida por todos aquellos
que tienen o han tenido algún contacto con la documentación de siglos pasados, en
el caso concreto del apellido Cepeda, me ha parecido conveniente dejarlo
reflejado a través de estas dos formas, es decir, en la que aparece el apellido
solo: Cepeda, y la que da lugar a una forma compuesta: Álvarez de Cepeda.
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