Álvarez de Cepeda. El empleo libre de los apellidos simples y compuestos en tiempos pasados.

 


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Pío IX fue el último soberano de los Estados Pontificios. Uno de los apellidos compuestos de la familia Cepeda fur Álvarez de Cepeda, documentado con seguridad desde el siglo XIV en León. Este apellido compuesto se siguió utilizando durante siglos y buen ejemplo, es el de su empleo por Francisco Álvarez de Cepeda, tío de Santa Teresa, a cuya descendencia le fue concedido el título pontificio de Condesa de Santa Teresa. En efecto, este título fue concedido por Pío IX a Teresa de Cepeda en 1877. Con posterioridad, en el año 1882, Alfonso XII lo convirtió en título del reino. Ahora, el Condado de Santa Teresa perpetúa la memoria de Santa Teresa de Jesús.

 


EL INTERÉS POR LA ASCENDENCIA FAMILIAR DE SANTA TERESA

Fue a partir de la muerte y especialmente de la canonización de la religiosa Teresa de Jesús cuando las crónicas e historias de los carmelitas comenzaron a profundizar en algunos aspectos biográficos de Santa Teresa, así como a reflejar distintas noticias relacionadas con su ascendencia familiar, si bien, desde la última parte de su vida ya habían adquirido cierta importancia las informaciones biográficas y familiares relacionadas con ella. De hecho, a escasos años de su muerte, comenzaron a publicarse sus primeras biografías.


JERÓNIMO DE SAN JOSÉ

Solamente tres lustros después de haber sido canonizada por el papa Gregorio XV, el carmelita aragonés Jerónimo de Ezquerra —también conocido como Jerónimo de San José— escribió el primer tomo de Historia del Carmen Descalzo. En esta obra se ofrecen algunas informaciones sobre la familia que más influyó en Teresa de Jesús y su reforma: la familia Cepeda. Así, el año 1637 vio la luz esta obra de “informaciones contrastadas” sobre Santa Teresa de Jesús y su reforma. En verdad, los contenidos de la obra de Jerónimo de Ezquerra debían ser aceptados y reconocidos por las autoridades correspondientes antes de ser publicados, y en consecuencia estos gozaban de “considerable credibilidad”. Menudos estaban los tiempos, como para salirse de la raya.

Por entonces, el carmelita Jerónimo de San José ya había biografiado a San Juan de la Cruz y era un gran conocedor del Carmelo Descalzo así como de todas sus fuentes de información y las noticias que por él circulaban. Más concretamente, por lo que se refiere a la familia Cepeda, supo recoger y plasmar algunos apuntes de interés sobre ella. Por ejemplo, en el libro primero dejó constancia de que los bisabuelos de Teresa de Jesús eran deudos, o sea, parientes. Al bisabuelo le llama Alonso Sánchez y a la bisabuela Teresa Sánchez, haciéndolos padres de Juan Sánchez, quien casó con Inés de Cepeda. De los últimos ya nació Alonso Sánchez de Cepeda, el padre de Santa Teresa, así como los tíos de esta, o sea, Francisco Sánchez que también se llamó Francisco Álvarez de Cepeda, Pedro Sánchez de Cepeda, Rui Sánchez de Cepeda, Lorenzo de Cepeda y doña Elvira de Cepeda.


EL EJEMPLO DE LOS APELLIDOS CEPEDA Y ÁLVAREZ DE CEPEDA

Pero los apellidos de estos miembros familiares deben interpretarse teniendo en cuenta, que por entonces, el empleo de los apellidos no era como en la actualidad, pues obedecía más a las preferencias personales o familiares que a una norma establecida. En verdad, tal y como puede comprobarse con los hermanos del padre de Santa Teresa, dicho empleo era libre y un tanto caprichoso. Así, mientras el padre y algún hermano utilizaban Sánchez de Cepeda, otros hermanos figuran solamente con el apellido Cepeda, e incluso otro, con el apellido Sánchez o Álvarez de Cepeda. Precisamente, sobre este último apellido es necesario destacar que ya fue utilizado por la familia Cepeda cuando todavía estaba asentada en su solar de origen, lo que permite confirmar que el empleo del apellido Cepeda o una forma compuesta con el apellido, podía perdurar en el tiempo varios siglos entre los miembros de un mismo linaje, pero eso sí, a intervalos temporales imprevisibles.

Aunque esta perdurabilidad y variación de los apellidos es bien conocida por todos aquellos que tienen o han tenido algún contacto con la documentación de siglos pasados, en el caso concreto del apellido Cepeda, me ha parecido conveniente dejarlo reflejado a través de estas dos formas, es decir, en la que aparece el apellido solo: Cepeda, y la que da lugar a una forma compuesta: Álvarez de Cepeda.


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