El reconocimiento regio a través de una imagen de la Virgen del Carmen. Desde Felipe IV hasta Felipe V.
![]() |
Estampa de la Virgen del Carmen que figura en el documento de vitela de Quintana del Castillo. Una virgen descalza entrega un nuevo escapulario a un fraile carmelita. |
LOS HIJOSDALGO DE LA CEPEDA
El
reconocimiento de las raíces leonesas de Santa Teresa tras su fallecimiento y
canonización de Santa Teresa de Jesús no pasó desapercibido. Y en fin, próximo
en el tiempo a la edición de la obra de Antonio de la Barja Cangas y Tineo,
hacia 1663, tuvo lugar un largo conflicto que tardó varias décadas en
resolverse, alcanzando los primeros años del siglo XVIII. Este dio inicio
cuando Juan Temiño, alcalde de los hijosdalgo de la Chancillería de Valladolid
y superintendente de las milicias de Castilla la Vieja quiso incluir y mezclar
—en repartimientos de quintas, sorteos de milicias y conmutación de ellas
cuando se reducen a dinero— con los del estado general, a los caballeros
hijosdalgo notorios del castillo y jurisdicción de Cepeda. Juan Ovejero,
procurador de los Reales Consejos, en nombre de ellos y de los hidalgos de la
jurisdicción de Valdemagaz los representó pues sus partes acudieron ante Felipe
IV para pedir que no se les incluyese, quejándose de la ofensa que se hacía a
su sangre. Por cédula firmada de su real mano el 8 de julio de 1664, se mandó a
Juan Temiño, corregidor de León y demás justicias y cabos militares que les
guardasen sus exenciones y privilegios no mezclándolos con los del estado
general. Pero también acudieron al Supremo Consejo de Guerra despachándose
provisión en 13 de julio de 1664, dirigida para su observación y cumplimiento a
los referidos, Juan Temiño como superintendente de las milicias, corregidor de
León y demás justicias y cabos militares. Comenzaba entonces un largo camino
que finalizarían los caballeros hijosdalgo notorios del castillo y jurisdicción
de Cepeda pero no los hidalgos de la jurisdicción de Valdemagaz, ya que estos,
transcurridos algunos años desde el inicio del conflicto, se separaron por
convenio.
EL TRASLADO EN VITELA DE FELIPE V
A
su conclusión se obtuvo un traslado autorizado a favor de los caballeros
hijosdalgo notorios del castillo y jurisdicción de Cepeda por el que quedaban
exceptuados de quintas, sorteos y repartimientos de soldados, y en la reducción
de ellos a dinero. Dicho traslado autorizado, sacado con autoridad judicial de
las “ZEDVLAS REALES PROBISIONES EXECVTORIA” ganadas en el Consejo Supremo de
Guerra en los reinados de Felipe IV y Carlos II, se escribió en vitela y tras
haber sido guardado durante mucho tiempo en el Ayuntamiento de Quintana del
Castillo, en el año 1983, se entregó a María del Carmen Fernández Cuervo para
que fuera desde entonces conservado y custodiado en el Archivo Histórico
Provincial de León, conservándose la titularidad y la propiedad a favor de
dicho Ayuntamiento. Sin embargo, cuando aún no habían transcurrido ni dos
décadas, este bello documento —encuadernado y protegido por un envase de
hojalata— desapareció del archivo.
Afortunadamente,
antes de su desaparición se había estado trabajando en la publicación de un
facsímil del documento, que finalmente vio la luz en 2001. La colorida
reproducción del traslado llama la atención a quien lo ve por primera vez, pero
para mí, que tuve la fortuna de consultar el original restaurado, resulta
decepcionante. A pesar de ello, la obra que incluye la reproducción facsímil
del documento debe ponerse en valor, ya que además de preservar su contenido
íntegramente, ofrece una transcripción realizada por Armando Represa, el que
fuera director del Archivo General de Simancas.
Pero
centrándonos en los contenidos del documento, debe señalarse que este tiene en
las primeras hojas dos ilustraciones. Una de ellas pertenece a un rey, sin
duda, el que reinaba cuando se concluyó el traslado en vitela y cuya última
fecha dice así: “Dada en Madrid, a veinte, y dosde febrero de mil setezientos y
diez”. Bajo dicha fecha aparece una firma en tinta de “yo el Rey”. En efecto,
se trata de Felipe V el Animoso, que era nieto del Rey Sol y había nacido el
día 19 de diciembre de 1683, en el Palacio de Versalles. Debido al
fallecimiento prematuro de su hijo reinó en España desde el 16 de noviembre de
1700, hasta el 9 de julio de 1746. Así, este es el rey que aparece en una de
las ilustraciones del documento, pero también, el que corroboró a través del
traslado lo que se tenía que “Practicar con los Hijosdalgo del Castillo, y
Jurisdicçion de Zepeda, Valle de Samario, Lugar de Vzedo, y los del lugar de
Palaçios Mil”.
Sin
embargo, no es desde el aspecto cronológico, civil o militar desde el que
debemos prestar atención al documento, sino desde el religioso. En efecto,
porque este traslado al que precede una ilustración de Felipe V, también esta
precedido por otra ilustración religiosa que adquiere pleno sentido si se relaciona
con el ámbito geográfico del “Castillo y Jurisdiczion de ZEPEDA, Montañas en el
Reyno de Leon”.
LA ILUSTRACIÓN QUE IDENTIFICA AL CASTILLO Y JURISDICCIÓN DE CEPEDA CON LA REFORMA CARMELITA DE SANTA TERESA
Dicha
ilustración resulta muy significativa porque en ella figura una escena
carmelita, y lo carmelita fue inexistente en la Cepeda antes de Teresa de Jesús.
Así es, a pesar de la larga y diversa tradición monástica que existió desde la
Edad Media, no hubo ningún monasterio o espacio carmelita en la Cepeda antes de
lo señalado. Es más, en la Cepeda de entonces ni siquiera un pequeño templo
religioso estuvo dedicado a la Virgen del Carmen. No puedo asegurar que mi
memoria sea infalible ni que durante los próximos años, décadas o siglos, no
pueda aparecer un testimonio carmelita en la Cepeda anterior a Teresa de Jesús,
pero en el caso de que llegase a aparecer, con toda probabilidad su
trascendencia se revelará nula o prácticamente nula con relación al asunto que
tratamos, ya que las gentes de la Cepeda, incluidos los antepasados Santa
Teresa, gravitaron en la órbita franciscana.
Es
por ello, que la estampa carmelita que figura al principio del documento
solamente adquiere sentido si sirve para identificar algo carmelita con la
geografía cepedana a la que pertenecían los caballeros hijosdalgo notorios del
castillo y jurisdicción de Cepeda. Y dicha identificación únicamente puede
hacerse a través de Santa Teresa de Jesús y su familia, por su relación con el
castillo y jurisdicción de Cepeda. En verdad, en un documento tan concreto
desde el punto de vista geográfico no hay margen para otra identificación.
La
hermosa ilustración vale más que mil palabras. El esmero con el que se realizó,
además de embellecer el documento e identificar a Santa Teresa y lo carmelita
con la Cepeda y sus gentes, facilita su interpretación y permite relacionarla
con un cambio religioso: la reforma teresiana. Así, esta ilustración encuentra
inspiración en la entrega del escapulario a san Simón Stock, y en ella una
Virgen del Carmen coronada sobre una nube, entrega un escapulario a un fraile
arrodillado que viste el conocido hábito marrón y blanco de los carmelitas. Sin
embargo, este fraile ya lleva puesto un escapulario del mismo color marrón que
su hábito. Por su parte, la Virgen del Carmen lleva sandalias y luce un atuendo
con los tradicionales colores marrón y blanco, aunque estos no pueden
identificarse con los del fraile, ya que el blanco de la parte inferior está
adornado con estrellas doradas, mientras que el marrón de la parte superior, lo
está con trazos y puntos también dorados. En fin, tal y como podría esperarse
de un contexto de cambio religioso, el atuendo de la virgen se ha reformado y
el escapulario que entrega tiene el mismo adorno que ella luce en su vestimenta
marrón. O sea, le da al fraile un escapulario reformado y con su entrega le
invita a sustituir el viejo, por el nuevo. ¿Acaso el lenguaje artístico puede
ser más explícito? Ahora, el elemento protagonista ya no es el antiguo
escapulario que tenía su origen en los tiempos de san Simón Stock y que lleva
puesto el fraile de la ilustración, sino uno nuevo que figura en el centro de
la acción, el cual, se ha reformado con una nueva y hermosa decoración. Por lo
tanto, el nuevo escapulario que entrega esta Virgen del Carmen con sandalias
debe identificarse con una renovación dentro del entorno carmelita, y en
consecuencia, con la reforma llevada a cabo por Santa Teresa de Jesús.
En definitiva, nos encontramos ante una ilustración esclarecedora, que por su significado y presencia en este documento de Quintana del Castillo, permite interpretar que las raíces leonesas de Santa Teresa también fueron reconocidas en el pasado desde el entorno regio, ya que su inclusión en un documento ajeno a lo religioso y en una tierra que no tenía tradición carmelita, solamente tiene sentido si sirve para identificar a las gentes del castillo y jurisdicción de Cepeda con el asunto religioso que pretende destacarse: el de la reforma carmelita llevada a cabo por Santa Teresa de Jesús.
ACCESO A ESTUDIOS CON CITAS BIBLIOGRÁFICAS
Comentarios
Publicar un comentario
Deje aquí su mensaje