Villancico a la Natividad. Poesía de Santa Teresa de Jesús.

 

 

 

 

 

 Villancico a la Natividad

 

Pues el amor

nos ha dado Dios,

ya no hay que temer:

muramos los dos.

 

Danos el Padre

a su único Hijo;

hoy viene al mundo

en pobre cortijo.

¡Oh gran regocijo,

que ya el nombre es Dios!

No hay que temer:

muramos los dos. 

 

Mira, Llorente,

qué fuerte amorío:

viene el inocente

a padecer frío.

Deja un señorío,

en fin, como Dios.

Ya no hay que temer:

muramos los dos.

 

Pues ¿cómo, Pascual,

hizo esa franqueza,

que tome un sayal,

dejando riqueza?

Mas, quiere pobreza,

sigámosle nos;

pues ya viene hombre,

muramos los dos.

 

Pues ¿qué le darán

por esta grandeza?

Grandes azotes

con mucha crudeza.

¡Oh qué gran tristeza

será para nos!

Si esto es verdad,

muramos los dos.

 

Pues ¿cómo se atreven,

siendo onipotente?

¿Y ha de ser muerto

de una mala gente?

Pues si eso es, Llorente,

hurtémosle nos.

¿No ves que él lo quiere?

Muramos los dos. 

 

 ACCESO A ESTUDIOS CON CITAS BIBLIOGRÁFICAS

 

Comentarios