Los Cepeda en la España del siglo XVI. Preocupación en casa de la pequeña Teresa.

 

 

Urraca I fue reina de León entre 1109 y 1126. Fue la primera mujer en Europa en ejercer un reinado de pleno derecho. Hija de Alfonso VI y Constanza de Borgoña, contrajo primeras nupcias con Raimundo de Borgoña en 1093, quien introdujo la Casa de Borgoña. La dinastía dejó de gobernar tras el asesinato de Pedro I a manos de su hermanastro Enrique en Montiel, el día 23 de marzo de 1369.


LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI

A pesar de que se desconoce el lugar de nacimiento de Santa Teresa de Jesús, sí es posible asegurar que esta nació en la segunda década del siglo XVI, un siglo, en el que España exploraría el Nuevo Mundo y se erigiría en superpotencia, hasta llegar a convertirse en el primer imperio de ámbito mundial. Este fue el siglo que le tocó vivir a la santa carmelita y en el que llevó a cabo su exitosa reforma, coincidiendo en el tiempo con un largo florecimiento de las artes y las letras que ha pasado a conocerse por todos, como Siglo de Oro.

 

LOS CEPEDA AL SERVICIO DE LAS DINASTÍAS BORGOÑA, TRASTÁMARA Y AUSTRIA

Por lo que respecta a la familia Cepeda de la que desciende Santa Teresa de Jesús debe señalarse como en aquel siglo XVI, los miembros de la línea principal de los Cepeda —todas las líneas familiares relacionadas con ella traían origen de Quintana del Castillo— mantuvieron una buena posición y siguieron desempeñando su labor en distintos puestos de responsabilidad al servicio de las dinastías Trastámara y Austria. Sin embargo, los Cepeda ya se encontraban bien situados desde los tiempos en que la familia se asentaba en León, cuando aún reinaba la dinastía Borgoña. Así, aunque Vasco Vázquez de Cepeda se vio obligado a abandonar con los suyos la tierra de origen, este supo mantener una buena posición y dejar una próspera descendencia, ya que sus sucesores desempeñaron diferentes obligaciones como continos, camareros o tesoreros del Alcázar, esta última responsabilidad, durante unos trescientos años.

Pero también debe señalarse que con la expansión del linaje y el paso del tiempo, las demás líneas familiares fueron perdiendo peso y por ello, las dos líneas que confluyeron en el padre de Teresa ya no gozaban entonces de un estatus tan importante como el de la línea principal. Aunque no era nada fácil igualarlo pues llegado el siglo XVI, la línea principal se encontraba en una posición sobresaliente ocupando distintos puestos de confianza por merced de Carlos I o Felipe II.

 

Óleo del pintor e ilustrador murciano Manuel Picolo López que muestra la rendición de los líderes comuneros en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521. Aquel día se enfrentaron las fuerzas partidarias de Carlos I de España y las comuneras de la Santa Junta conformada en Ávila en julio del año 1520.

LAS PREOCUPACIONES EN CASA DE TERESA SÁNCHEZ DE CEPEDA

Pero los Cepeda también se vieron envueltos en algunos conflictos y las preocupaciones familiares debieron llegar al hogar de la pequeña Teresa Sánchez de Cepeda. En efecto, no pudieron ser ajenos entonces a lo que le sucedió a su pariente Rodrigo de Tordesillas, a quien asesinaron los comuneros castellanos en mayo de 1520, o sea, al año siguiente de que su padre y sus tíos iniciaran el famoso pleito de hidalguía. La situación de los Cepeda en Ávila pudo haberse tornado entonces, preocupante. Las ciudades castellanas estaban contra Carlos I, y en aquel levantamiento los rebeldes de Ávila colaboraron de cerca con rebeldes de otras ciudades como Toledo, de donde también podían llegar noticias de las conocidas andanzas judías del abuelo. Aunque también podían llegar noticias de los parientes de Tordesillas. Lo cierto, es que dicha situación no favorecía en nada a la familia de Teresa e invitaba a moverse con cautela, entre otras cosas, porque en Ávila hubo actos de violencia y protesta social. De hecho, los concejales de la ciudad fueron avisados con antelación y huyeron, logrando así escapar del destino del regidor segoviano Rodrigo de Tordesillas, que en opinión Jodi Bilinkoff, fue linchado por una chusma de trabajadores de paños. Para los descendientes de Vasco Vázquez de Cepeda la situación no era buena durante aquel conflicto, ya que los Cepeda llevaban mucho tiempo desempeñando labores en el entorno regio, y en consecuencia, tenían bastantes papeletas para convertirse en objetivo de la ira comunera. Pero afortunadamente, esto no sucedió.

ACCESO A ESTUDIOS CON CITAS BIBLIOGRÁFICAS

 

Comentarios