Las raíces leonesas de Santa Teresa de Jesús fueron divulgadas por los cronistas carmelitas.

 

 

Imagen perteneciente a la obra de Fr. Francisco de Santa María. La información que tenía este historiador carmelita acerca de la ascendencia de Santa Teresa no podía ser mejor, ya que era descendiente de los Cepeda y pariente de Santa Teresa de Jesús.

 

 LAS RAÍCES LEONESAS DE TERESA DE JESÚS SEGÚN JERÓNIMO DE SAN JOSÉ

 Distintos autores interesados en la figura y obra de Santa Teresa de Jesús conocieron en el pasado las raíces leonesas de la familia Cepeda. Además, con el paso del tiempo las informaciones sobre algunos miembros de la familia y el solar leonés del que procedían se fueron ampliando. En verdad, todo ello puede comprobarse a través de diferentes obras escritas.

Al respecto, es necesario poner de relieve la labor llevada a cabo por los carmelitas descalzos. El primero que debe mencionarse es Jerónimo de San José, que nacido como Jerónimo de Ezquerra en la población aragonesa de Mallén, fue nombrado cronista general de su orden y se encargó de divulgar distintas noticias relacionadas con el asunto que tratamos en el primer tomo de Historia del Carmen Descalzo. Esta obra publicada en 1637 y dedicada a Felipe IV el Grande, ofrece a lo largo de dos páginas varias informaciones sobre las raíces leonesas de la familia Cepeda y la identificación que hace no ofrece ninguna duda respecto a cualquier población o demarcación homónima, ya que el cronista sitúa el lugar de Cepeda junto a la ciudad de Astorga.

 

 FRAY FRANCISCO DE SANTA MARÍA ERA PARIENTE DE TERESA DE JESÚS

Pocos años habían transcurrido desde entonces cuando fray Francisco de Santa María, natural de Granada y “General Historiador” de los carmelitas descalzos, volvió a abordar el tema que nos interesa. Pero sus palabras iban a adquirir una mayor importancia, ya que este autor era descendiente de los Cepeda y por tanto, pariente de Santa Teresa. Así lo reconoce el mismo en el tomo primero de Reforma de los Descalzos de Nuestra Señora del Carmen publicado en 1644, también, durante el reinado del Rey Planeta. Al tratar el origen de los ascendientes de Santa Teresa en su obra, tal y como había hecho Jerónimo de San José, volvió a localizar el origen familiar en un lugar denominado Cepeda, junto a la ciudad de Astorga. Incluso, aclarando que los progenitores de Santa Teresa descendían de la familia originada en Cepeda, porque su abuelo Juan Sánchez de Cepeda se reunió con el tronco de Tordesillas casando con Inés de Cepeda. Hasta precisa que don Alonso, el padre de Santa Teresa, era descendiente de los Cepeda no solo por su madre Inés, sino también por su padre Juan. En fin, consideraba que el padre de Santa Teresa había llamado a su primer hijo Juan Vázquez de Cepeda para conservar el antiguo apellido de Vasco Vázquez de Cepeda.

 

LAS RAÍCES LEONESAS DE TERESA DE JESÚS SEGÚN OTROS CRONISTAS CARMELITAS

Conocidas y divulgadas las raíces de los Cepeda por la Orden de los Carmelitas Descalzos, esta información no cayó en el olvido y un siglo más tarde fue Antonio Setién Flórez Huidobro, un hermano del conocido padre Flórez de la España sagrada, quien volvió a detenerse en ello. Este descalzo había nacido en la población burgalesa de Villadiego y fue un estudioso de Santa Teresa. Para su vida religiosa tomó el nombre de Antonio de San Joaquín y escribió la obra Año teresiano en doce tomos, dedicando uno a cada mes del año. En el tomo del mes de enero, fray Antonio de San Joaquín localiza en la provincia de León, inmediato a la ciudad de Astorga, el lugar de Cepeda que debe relacionarse con Santa Teresa de Jesús. Y algo más adelante, también escribió: “Los que sin especie de duda vincúlan esta gloria, son los ascendientes de Santa Terésa de Jesvs; porque además que su abuelo paterno Juan Sanchez de Cepeda se reunió con este linage, casando con Inés de Cepeda, hija de la Casa, que existiò en Tordesillas; contienen sus escudos, el Leon orleado con ocho aspas, en credito de que su varonía viene de los Cepedas, que se passaron à Segovia. Por esta razón el señor Alonso Sanchez de Cepeda, Padre de la Santa, hizo llamar à su hijo mayor Juan Vazquez de Cepeda…”. Sus palabras tienen un gran valor, ya que fray Antonio de San Joaquín había nacido en Villadiego y por tanto, próximo al lugar en que fue a parar una rama del linaje. Sin embargo, no dudó en reconocer que: “La otra, de quien discurrimos se origina nuestra Santa Madre, perseveró mas tiempo en el mismo Cepeda, de quien fueron dueños estos Cavalleros…”.

Algunas décadas después, pero ya en el siglo XIX, sería Manuel Traggia Uribarri el que teniendo presente lo escrito por Jerónimo de San José o Francisco de Santa María, intentaría formar el árbol genealógico de la familia de Santa Teresa pues no existía un árbol exacto, y sí por el contrario, alguno defectuoso. En 1807 se publicó La mujer grande y fray Manuel de Santo Tomás de Aquino —es el nombre que tomó al profesar— supo ir algo más allá que los mencionados predecesores, y presentó a los lectores una ascendencia paterna encabezada por el bisabuelo de Santa Teresa. Así, en la lámina que incluye antes de la portada de la obra, figura como padre de Juan Sánchez de Cepeda y suegro de Inés de Cepeda, Alonso Sánchez de Cepeda. Es decir, tal y como puede interpretarse también en el pleito de los Cepeda. En fin, él mismo dejaría escrito: “Cerca de Astorga está Cepeda, lugar que tomó su nombre de esta familia, ó la familia de él, por ser la principal que habia, ó quien lo fundó”. Y en fin, al igual que sus predecesores, volvería a identificar este lugar de Cepeda con la familia de Santa Teresa.

Ante tanta evidencia no parece necesario extenderse mucho más, sin embargo, conviene dejar constancia de este reconocimiento secular de los descalzos también en el siglo XX, y para ello, recurriré a dos autores bastante conocidos. Por una parte, al padre Silverio de Santa Teresa, que en el año 1935 intentó mejorar lo escrito por otros descalzos anteriores, siguiendo a Jerónimo de San José en lo referente al lugar de origen y dejando escrito: “De esta noble familia, pues, originaria del lugar de Cepeda, descienden los progenitores de nuestra Madre Sta. Teresa de Jesús…”. De otra, a fray Efrén de la Madre de Dios, que en el año 1951 escribió un buen número de páginas relacionadas con el asunto que tratamos. En dichas páginas, entre otras cosas, abordó el entronque de Santa Teresa con los Cepeda y ofreció datos biográficos de algunos ascendientes de la familia. Por entonces, fray Efrén realizó una gran labor.

Por tanto, tras lo expuesto en este apartado, puede afirmarse que los carmelitas descalzos conocieron y divulgaron las raíces leonesas de Santa Teresa desde el principio, y además, estas fueron asimilándose y publicándose siglo tras siglo a través de diferentes obras. Sin embargo, esa costumbre de dar a conocer las raíces leonesas de Santa Teresa cambió desde mediados del siglo XX, coincidiendo en el tiempo con la llegada a España del denominado boom turístico, ya que en 1968, al publicarse la obra de Efrén de la Madre de Dios y Otger Steggink Tiempo y vida de Santa Teresa —tenía el mismo título que la contribución de 1951— no se incluyó nada relativo a sus raíces leonesas. Así es, aunque fray Efrén era uno de los autores, no se incluyó un contenido que hasta entonces había sido habitual en las obras de los carmelitas descalzos. Era decepcionante que los autores no hubieran seguido profundizando en el asunto ya tratado en 1951, pero aún más, que no apareciera nada sobre ello en la nueva publicación. Y lo que es peor, esta obra de referencia para el entorno teresiano continuó igual durante toda la segunda mitad del siglo XX, ya que al publicar en el año 1996, las casi mil páginas que tiene la tercera edición de Tiempo y vida de Santa Teresa, se siguió en la misma línea a pesar de que esta edición es de mayor formato y contiene más del doble de páginas que la contribución de 1951. En fin, un extraño silenciamiento que debería concluir y dar paso a un nuevo tiempo en el que se aspire a construir una biografía de Santa Teresa de Jesús más completa y acertada. No parece adecuado continuar divulgando una biografía incompleta sobre Santa Teresa de Jesús cuando los datos silenciados son abundantes y accesibles. En fin, ¿qué pensaría la santa carmelita de todo esto si aún permaneciera entre nosotros? Debe darse a conocer la verdad histórica a los lectores, a los creyentes y al público en general, y por ello, ya no es posible desde un planteamiento religioso o científico, seguir ignorando las raíces leonesas de Santa Teresa de Jesús. Aunque tampoco, otros muchos detalles relacionados con su ascendencia Cepeda.

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